The Cafés and the city are linked along the History of Europe. According to the words of Georges Steiner, if we trace the map of the Cafés in European cities, we will have before us the clearest image of the idea of our Continent. That is, without a doubt, the great value that Historic Cafés Route must promote: the culture and heritage of these unique establishments.
We define Cafés as spaces linked to cultural, artistic or political actions in our lives. Over time, these establishments have become what they represent to us: places of communication and an urban observatories, collective spaces that participated actively in Western societies, unique places that make the difference in towns and cities.
At the beggining, when they first opened their doors, these Cafés had no intention of being historic or part of History. They became historic by the thousands of people, anonymous or famous, who frequented there during decades and gave them the quality and the added value that had put these Cafés nowadays in the heart of history.
In the 21st century, during our turbulent times, Historic Cafés are still important meeting points in the cities: there are the places for conversations, gatherings, reading and write and being creative. Because above all, modern society continues to demand special places that bring the possibility of real communication while tasting quality products in a distinguished and authentic environment with cultural heritage.
Thus this is one of the great challenges of Historic Cafés. Today, Cafés that define themselfs as historic cannot and should not only redeem the nostalgia of the past. Historic Cafés Route is a necessary mean with an enormous value. HCR integrates Cafés with history that survived till nowadays and that must be promoted and preseved as living organisms with hight quality standards. This challenge goes for the Cafés managers, as well as the guests and the regional and national authorities.
Overcoming this challege is the only for these Cafés to survive, the only way for everybody to continue enjoy a unique experience while visiting Historic Cafés.
Follows in Spanish, original language of the opinion:
El desafío de los Cafés Históricos del siglo XXI
El Café y la ciudad son dos conceptos enlazados en el curso de la Historia de Europa. Según las palabras de Georges Steiner, si trazamos el mapa de los Cafés en las urbes europeas tendremos ante nosotros la señal más clara de la idea de nuestro continente. Ese es, sin duda, el gran valor del que debe partir una ruta europea de Cafés como un eje integrador de la cultura y el patrimonio de todos estos establecimientos.
Definimos el Café como un espacio unido a todas las acciones culturales, artísticas o políticas de nuestras vidas. Con el paso del tiempo, estos establecimientos han derivado en lo que realmente son para todos nosotros: un lugar de comunicación ciudadana y un observatorio urbano que discurre por encima de los tiempos como el espacio colectivo que ha participado más activamente en la sociedad occidental y que distingue la categoría de un pueblo y de una ciudad.
A lo largo de los tiempos no existe ningún Café que haya abierto sus puertas con el objetivo de ser histórico o de formar parte de la Historia. El carácter, pervivencia y la categoría de un Café vienen definidos por aquellos miles de personas, anónimas o reconocidas, que lo frecuentan durante décadas y le aportan esa calidad y ese valor que lo introduce verdaderamente en el seno de la historia y la obliga a caminar junto a ella.
En el siglo XXI, y en esta época inestable que nos ha tocado vivir, los Cafés siguen siendo puntos de encuentro ciudadano, más de conversaciones que de tertulias, más de imagen que de lectura y letra escrita. Pero, a pesar de todo, nuestra sociedad moderna sigue reclamando lugares diferenciados que acerquen la posibilidad de conversar y degustar un producto de calidad en un entorno patrimonial diferenciado y auténtico.
Este es uno de los grandes desafíos. En nuestros tiempos, el Café que se define como histórico no puede ni debe vivir de las rentas de la nostalgia de su propia historia. La creación de una Ruta de Cafés en Europa es una herramienta necesaria y con un enorme valor para integrar a los Cafés históricos y con historia que han llegado a nosotros y que deben entenderse como organismos vivos adaptados a la modernidad y a las pautas de calidad. Esa es la opción de su futuro y viabilidad que permitirá gozar de la mejor experiencia de ocio y cultura diferenciada y el gran reto para gestores, público y administraciones.